martes, diciembre 05, 2006

LA MANIPULACIÓN DE LOS MIEMBROS

Las relaciones humanas son complejas. Recuerdo haber visto un documental sobre el desarrollo del cerebro de ciertos mamíferos, entre ellos el homo sapiens sapiens (no digo "ser" humano por cuestiones de aprendizaje).
Lo que se descubrió es que los primates que vivían en grupos más grandes, tenían el cerebro más grande. La ciencia concluyó (sabiamente) que el tamaño del cerebro era proporcional al número de relaciones (no sexuales). En otras palabras: en una sociedad más desarrollada habrá gente con un cerebro más desarrollado producto del mayor intercambio con otros iguales.
Por lo tanto, sería necesario tener mayor inteligencia para poder vivir en sociedad.

No queriendo ser redundante, repito: las relaciones humanas son complejas. Las relaciones humanas son extrañas. Las relaciones humanas son abusadas.

Son siglos de manipulación, de relaciones orgiásticas, de miedos y sombras. De utilización y desecho.

Manipulación per se
Es ambiciosa mi empresa de catalogar sociológicamente a todos los engendros de este planeta, desde el punto de vista de las relaciones, por esto y en virtud de la LEY DE PARETO, que dice relación con la distribución desigual del ingreso, describiré la relación PADRE-HIJO.

Los padres en general buscan formar al "cabrochico" como un ser útil, civilizado y que se desenvuelva en forma armónica con su entorno. Ahora, si no se logra (que es lo general o casi absoluto), no podemos culparlos.

Cuando una mente trata de convencer a otra mente, debería darse en el ámbito de los argumentos. Otros piensan que no se debería convencer a nadie de nada.
Sin embargo, existe un recurso eficaz para convencer a alguien y que es muy bien utilizado por todos, el MIEDO.
Causando temor puedes conseguir un montón de cosas, es más económico que realizar todo un despliegue de argumentos más o menos cuerdos para entablar un punto de vista.
El miedo en la relación padre-hijo es la forma más frecuente de hacer obedecer a los hijos. Entonces preguntamos ingenuamente, ¿Qué clase de SER educamos al responder en base al miedo, sin importar lo que haya de fondo?

En un día primaveral caminaba por las calles de Santiago, de sobresalto sonó a lo lejos una alarma y escuché a una madre homo sapiens sapiens que le decía a su crío que no quería darle la mano:

"Esa alarma es porque se robaron a un niño".